El 30 de abril de 1945 se inauguró la Fábrica Militar de Materiales Pirotécnicos, lugar emblemático de Pilar en el cual trabajaron y vivieron centenares de vecinos y en el que otros tantos cumplieron con el servicio militar.
El 30 de abril de 1945 comenzó a funcionar la Fábrica Militar de Materiales Pirotécnicos, lugar emblemático de Pilar en el cual trabajaron y vivieron centenares de vecinos y en el que otros tantos cumplieron con el servicio militar.
Ubicado en los fondos del barrio Pellegrini, al terminar la calle Savio, el predio funcionó durante casi cinco décadas, hasta su cierre definitivo en 1994. Por la índole de su producción, las instalaciones se dividían en tres grupos: mechas y cordón detonante; detonadores comunes y eléctricos; y explosivos iniciadores.
El lugar fue también destino del servicio militar obligatorio. Muros adentro los barrios estaban separados: las casas de los militares y las de los civiles, alrededor de una treintena de viviendas.
En su predio también tuvo lugar un hecho trágico: a principios de la década de 1950, una explosión destruyó buena parte de la Fábrica Militar. En dicho accidente fallecieron cuatro pilarenses, civiles ellos, que trabajaban en la planta como operarios: Armando Ferreyra, Pedro Cabral, un tercer empleado de apellido Musladini y Amílcar Lubo. Todos son homenajeados en calles de Villa Buide y Pilar centro.
En 1994 el gobierno de Carlos Menem privatizó Fabricaciones Militares. En este contexto, la Fábrica Militar fue vendida al grupo IAMP en dos millones de dólares aproximadamente. El pago nunca se llegó a cancelar.
De un lugar que fue un símbolo de Pilar sólo quedan ruinas y escombros.