En 1984 Héctor Alterio, Susú Pecoraro e Imanol Arias rodaron en la Iglesia de Pilar varias escenas de la película que se convirtió en un clásico.
Cabezas de utilería colgadas en las rejas de la Iglesia. Cazadores de autógrafos al acecho. Sets de filmación que se levantaban a la hora de la misa. Feligreses que rechazaban el proyecto. Imanol Arias, Susú Pecoraro y Héctor Alterio (fallecido este 13 de diciembre a los 96 años) como visitantes ilustres.
Todo eso y más se vivió en el verano de 1984, un momento inolvidable para los pilarenses que fueron testigos directos de la filmación de “Camila”, película que marcó una época, compitió por el Oscar y se convirtió en un clásico de nuestro cine.
Al momento de buscar las locaciones para una trama que se desarrolla a mediados del siglo XIX, varias fueron las ciudades visitadas y estudiadas, aunque solo un puñado se quedaron con el privilegio de servir como escenario: Pilar fue una de ellas, gracias a las características de la Iglesia Nuestra Señora del Pilar, templo que hoy es monumento histórico nacional.
Las otras fueron Carmen de Areco y Chascomús, e incluso algunas escenas fueron rodadas en Colonia del Sacramento, Uruguay.
El país había recuperado la democracia apenas unas semanas atrás y Luis Lagomarsino daba sus primeros pasos como intendente. A metros de la Parroquia ya existía El Colonial y aún funcionaban el bar La Alhambra -con sus parroquianos de siempre- y el supermercado Max, nexo entre el pueblo de antaño y el desarrollo que se veía en el horizonte.
En ese contexto desembarcaron actores, técnicos, equipos, vehículos y el resto de la troupe. Los vecinos se acercaban durante todo el día para vivir la experiencia de cerca.
La rutina pueblerina se vio alterada durante el rodaje, ya que cada jornada la iglesia era desordenada por completo, según las necesidades de la directora y el equipo de filmación. Pero, llegada la hora de la misa diaria vespertina, la parroquia recuperaba la “normalidad”. Lo único que quedaba expuesto en el templo como rastro de lo que allí ocurría era el púlpito utilizado por el padre Ladislao Gutiérrez (el personaje protagonizado por Imanol Arias).
Aquellos lugares elegidos y que pueden reconocerse en la película son el atrio, el confesionario, el púlpito, el altar y hasta la torre del campanario. De la misma forma, también se filmaron escenas en el patio lateral del templo, sobre la calle Belgrano: en sus rejas aparece incrustada la cabeza del librero luego de su decapitación, una de las escenas más impactantes.
Finalmente, “Camila” se estrenó el 17 de mayo de 1984 y fue un éxito inmediato, convirtiéndose en una referencia del cine nacional y un símbolo de las historias de amor prohibido.